La Dra. Menciona que si la historia se aprendiera
como el estudio de un acontecer social, permitiría que el estudiante se
dimensionara en el tiempo presente, valore posibilidades y reconozca lo que
hemos sido, qué condiciones habría que crear para permitir otros procesos, ser
diferentes o mejores.
“Enseñar lo
socio histórico” resulta sinónimo de enseñar a analizar, a reflexionar, a ser
crítico, utilizando como material los movimientos sociales y el devenir
histórico de donde emana la realidad que el estudiante vive, para tener
conciencia de que él mismo puede ser actor de una posible situación futura.
El alumno la mayoría de las veces no tiene
posibilidad de formarse una opinión o adquirir criterios. Por ello se trata
pues, de modificar la forma en que se enseña la historia para formar una
conciencia histórica que defienda a nuestros jóvenes ante la amenazante
globalización y les permita ser actores de ella. Vivir en el mundo actual no
significa olvidar las propias raíces.
Debemos de enseñar que la historia es más que los
héroes y su legado. “La historia es la construcción de procesos diacrónicos”, y
su enseñanza es la transmisión de los cambios que ha tenido la humanidad en
todos los aspectos y en distintos lugares.
Partir del enfoque pedagógico constructivista,
considerando la enseñanza como un proceso diferente al de aprendizaje, y partir
de un problema, problematizar la historia, así el estudiante no sólo aprenderá
a pensar históricamente, sino que aprenderá a aprender, principio fundamental
del constructivismo y del modelo por competencias.
Porque al alumno, en general, no le gusta la
historia, debido a que para él significa un esfuerzo de memorización de cosas
que le son insignificantes.
Con esta realidad innegable comencemos a ensayar
nuevas actividades, juegos, dramatizaciones y simulaciones, relacionados con el
programa.
Entre estas actividades podrían encontrarse la
consulta de noticias. La idea es que los alumnos comprendan que un mismo hecho
se puede ver desde diferentes perspectivas pero si los datos son diferentes.
También la visita a un museo permite, estar en
contacto con un símbolo histórico y dar significado al tema que están
trabajando.
Otro ejercicio es la exposición de una serie de
fotografías familiares de distintos lugares de México y épocas.
Y por último la biografía que le permite
reconstruir su propio pasado, identificar los hitos experimentados, y valorarlos.
Hay que tener en claro que la problematización de
la docencia de lo socio histórico, es una responsabilidad compartida entre
alumnos y docentes a la hora de construir aprendizajes.
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