miércoles, 10 de febrero de 2016

LA LABOR DE FELIPE CARRILLO PUERTO



El artículo menciona que Felipe Carrillo Puerto durante su administración como gobernador de Yucatán, tuvo que enfrentarse a la difícil situación económica por la que atravesaba el estado, a causa de la disminución de la producción henequenera que inició desde 1917. Sin embargo, gracias a una buena política financiera, en 1923 se lograron alzas y la producción alcanzó 750 981 pacas, cantidad cercana al inició de su explotación.
Durante 1921, se entregaron tierras abiertas al cultivo del henequén. Al año siguiente ya siendo gobernador se entregaron 30 mil hectáreas con carácter definitivo.
Como la constitución de la República fijaba que solo podrían entregarse tierras a los habitantes de los pueblos, quedando en consecuencia excluidas las ciudades y villas, Carrillo expidió un decreto dándoles categoría de pueblos a ciudades y villas del estado.

En materia educativa impulsó la creación de la escuela racionalista y, en materia de enseñanza superior, creó la Universidad Nacional del Sureste.
También fue el iniciador de la obra constructora de carreteras pavimentadas que unieron a algunas poblaciones foráneas con Mérida. Así con el objeto de facilitar a los campesinos el conocimiento de los grandiosos centros ceremoniales que construyeron sus antepasados y para el fomento del turismo.
La labor legislativa fue muy importante. La sola mención de los proyectos de leyes enviados a la legislatura para su discusión, y en su caso, aprobación, da una idea de su importancia: la de inquilinato, la de moratoria, la de hacienda, la de la Escuela Racionalista, la del divorcio, la de la expropiación de tierras de interés social, la de caminos públicos, entre otros.

La política que siguió Carrillo Puerto en materia de restitución de ejidos a los pueblos, constituyó un motivo de contrariedad para los hacendados.
Para localizar los ejidos invadidos fue necesario abrir brechas y aún calles en terrenos que los hacendados tenían como suyos y en los que había sembrado henequén. Para impedir lo anterior, numerosos propietarios pidieron amparo a la justicia federal, la que falló a su favor, ordenando que los terrenos con henequén quedaran excluidos de expropiación para la dotación de ejidos. Este fue un duro golpe para la política de agraria de Felipe Carrillo Puerto.

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